El leopardo, el fantasma nocturno y
solitario, corredor lento, utiliza la más perfecta emboscada hasta
ponerse a menos de cinco metros de su presa y, en una explosión de
fuerza y músculo, alcanzarla. Es el matador más efectivo del mundo de
los grandes felinos y proporcionalmente el más fuerte, capaz de mover y
subir a la atalaya de su acacia hasta a una joven jirafa, con un peso
tres veces superior.
Jorge Alesanco. El jardín de la Naturaleza.
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